¿Te sientes seguro enseñando en la escuela, pero te cuesta dar clases en directo por Internet? Enseñar virtualmente puede ser muy diferente a hacerlo en el aula. Tus estrategias habituales no tienen el mismo impacto.
Tener una presencia atractiva en la pantalla te ayuda a mantener a los alumnos concentrados y maximiza el aprendizaje. Hacerlo bien puede parecer un reto, pero unos simples cambios pueden transformar tus habilidades de presentación.
Aquí tienes siete consejos que puedes utilizar para perfeccionar tu presencia en Internet.
1: Ten en cuenta tu webcam
Es fácil olvidar que tus alumnos te observan mientras enseñas. Coloca el cuerpo de modo que la cabeza y los hombros queden enmarcados. A menudo, con las webcams de los portátiles, el ángulo en el que escribes no es el adecuado para presentar. Comprueba que toda tu cabeza está en el plano.
Establece una conexión con tus alumnos mediante el contacto visual. Mira directamente al objetivo en lugar de hacia abajo, hacia tu pantalla. Es posible que tengas que apoyar el dispositivo para elevarlo a la altura de tus ojos. Mira tus apuntes mientras das clase, pero evita leerlos en voz alta, ya que esto rompe el contacto visual con tus alumnos.
2: Consigue la iluminación adecuada para la enseñanza en directo
Una mala iluminación impide que tus alumnos se concentren y les dificulta el aprendizaje. Hay algunos trucos para hacerlo bien:
- Evita sentarte de espaldas a una fuente de luz (como una ventana o una lámpara brillante)
- Mantén un fondo sencillo y profesional, no demasiado recargado
- Pon una lámpara de escritorio delante de ti para iluminar tu cara
Antes de tu primera clase en directo, llama a un colega para detectar posibles problemas. Intenta moverte por tu casa para encontrar el lugar perfecto para la iluminación. Sólo recuerda tener en cuenta tu conexión a Internet manteniéndote cerca de tu router.
3: Comprueba que tu tecnología puede hacer frente a las clases virtuales
Todos hemos participado en videoconferencias en las que la calidad es tan mala que resulta difícil concentrarse. ¿Tienes problemas con una conexión a Internet limitada o una máquina anticuada? Algunos ordenadores simplemente no pueden hacer frente a las exigencias de la enseñanza en directo.
Primero mira qué puedes hacer para aumentar tu señal:
- Utiliza un cable Ethernet para conectarte al router en lugar de wi-fi
- Pon tu router sobre una mesa y lejos de los monitores para bebés
- Actualiza tu navegador
- Protege con contraseña tu conexión wi-fi
- Evita los cables alargadores
- Utiliza un microfiltro para dividir tus señales de teléfono y banda ancha
Si tienes problemas con la calidad del vídeo o del audio, considera la posibilidad de invertir en una cámara o un micrófono externos funcionales. Hay muchas opciones para todos los bolsillos, y es una buena inversión si vas a dar muchas clases por Internet.
4: Familiarízate con tu plataforma online
Todos los principales programas de videollamada, como Zoom y Microsoft Teams, funcionan de forma similar. Pero hay que acostumbrarse a algunas diferencias. Busca en Internet guías de usuario sencillas que te ayuden a empezar.
Practica antes de la clase en directo con unas cuantas llamadas de prueba para comprobar que sabes dónde está todo. Practica cómo compartir tu pantalla, silenciar el micrófono y navegar por el sitio. Te ayudará a sentirte más seguro ante tus alumnos.
5: Utiliza tu voz con eficacia
Puede que los alumnos estén pendientes de tus palabras en clase, pero les cueste mantener el interés en Internet. Algunas sutiles habilidades de presentación que utilizas se pierden ante la cámara.
Tienes que sobrepresentarte ligeramente. Sigue siendo tú mismo, pero magnifica tus acciones, tus expresiones faciales y tu voz. Sonríe y muéstrate amable, parece entusiasmado con lo que enseñas.
Entusiasmarse con tu lección no debe significar hablar rápido. Mantén la voz lenta y fácil de entender. Repite la información y el vocabulario clave a quienes tengan dificultades para entender. Utiliza la expresión en lugar de una voz monótona. Detente drásticamente, cambia el tono y altera el volumen para conseguir un efecto.
6: No te quedes quieto
Puede que te sientas atrapado en un lugar cuando enseñas en línea, pero no es así. Muévete, utiliza gestos y expresiones faciales para mostrar tu interés. Sobreactúa para que se vea a través de la pantalla. Acércate a la cámara o retrocede y ponte de pie. Asegúrate de que tus alumnos puedan verte y oírte con claridad.
Los elementos de atrezzo y las herramientas didácticas, como las minipizarras, son útiles para sostenerlos junto a la pantalla. Añade juegos de rol y demostraciones para mantener su atención.
7: Crea variedad en tu clase en directo
Dar clases online no significa que los alumnos estén sentados mirándote todo el tiempo. No siempre tienes que estar delante de la cámara. Combínalo con el uso compartido de pantallas para mostrarles diferentes sitios web y presentaciones. Utiliza una pen tablet Wacom para dibujar y editar directamente en tu pantalla.
Los alumnos sólo pueden prestar atención durante unos minutos, así que crea cambios. Rompe las secciones en las que te miran a la cara con actividades, cuestionarios y encuestas en línea. Cambiar lo que hay en tu pantalla captará su atención y les mantendrá concentrados.
Avanzar en la enseñanza en línea
En el aula, esperarías que las observaciones periódicas de las clases te ayudaran a mejorar tu enseñanza. Cuando trabajas en Internet, tienes que crearte estas oportunidades. Una reflexión periódica te ayudará a realizar pequeños cambios para mejorar tu presencia en Internet.
Intenta grabar una clase en directo y volver a verla. Una vez superados los primeros momentos de vergüenza, considera tus habilidades de presentación y critica tu actuación.
Pregúntate a ti mismo:
- ¿Pueden verme claramente los alumnos?
- ¿Tengo que ajustar la iluminación?
- ¿Hay problemas de sonido que resolver?
- ¿Durante cuánto tiempo hablo?
- ¿Qué puedo hacer para mejorar mi presencia?
Si te cuesta vigilarte a ti mismo, pide ayuda a un colega de confianza. Las parejas o los pequeños grupos de trabajo ayudan a todos a mejorar. Encontrarás a muchos compañeros luchando con las mismas cosas que tú.
No olvides preguntar también a tus alumnos sobre las clases. Haz una encuesta después de cada clase para detectar problemas técnicos, de sonido o de iluminación. Haz que tus comentarios sean anónimos para que no se sientan avergonzados de contarte los problemas que tienen.
Puntos clave
Presentar a tu clase en línea puede ser muy diferente de enseñar en el aula. Incluso los profesores experimentados pueden tener dificultades a la hora de familiarizarse con las nuevas tecnologías.
Utiliza tu voz para captar y mantener la atención de los alumnos. Interrumpe las secciones largas de la charla del profesor con elementos visuales, actividades y encuestas. Trabajar con un colega te ayudará a identificar y corregir los problemas que tengas en tus clases.
Aunque la enseñanza en línea es diferente, puede seguir siendo divertida. Sé tu yo natural. Sonríe y muestra a tus alumnos lo mucho que disfrutas enseñándoles. Enseñar con confianza es esencial cuando se habla a la cámara.
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