La primera vez que vi una pen tablet Wacom fue en la universidad. Mi compañera de piso, que estudiaba diseño, trabajaba en proyectos con un lápiz que parecía controlar mágicamente un cursor en pantalla. Me preguntaba si el uso de una pen tablet Wacom me permitiría crear sin provocar la misma fatiga en la mano que un ratón, así que decidí intentarlo.
La pen tablet inalámbrica Wacom Intuos medium era perfecta para mí, porque es portátil y tiene un precio bastante asequible para principiantes como yo, que están nerviosos por probar algo nuevo. Fue muy fácil conectar la pen tablet a mi portátil mediante Bluetooth, pero admito que tuve algunas dificultades para hacer funcionar el software. Sin embargo, el sistema de ayuda por chat en línea de Wacom fue realmente útil, y pudieron guiarme por varios pasos para comprobar la configuración de mi portátil y de la pen tablet, e identificamos y resolvimos el problema. Registré la pen tablet,
descargué las pruebas gratuitas del software incluido, ¡y empecé! Mi primera reacción al probar la Wacom Intuos fue que me encantaba cómo el lápiz respondía a la presión, y utilizarlo me parecía realmente natural. Ya había probado antes un lápiz en un iPad, y no tuve la misma experiencia. Eso se parecía más a utilizar un lápiz digital en una pantalla con muy poca fricción en el cristal, lo que hacía más difícil controlar y añadir pequeños detalles. La pen tablet Intuos me daba más la sensación de estar escribiendo en un trozo de papel colocado sobre un escritorio, como cuando solía garabatear en cuadernos. Soy zurdo y estoy acostumbrado a utilizar un ratón para diestros porque las aulas de informática a las que tenía acceso en la escuela cuando era niño sólo tenían opciones para diestros. Así que tuve un poco de aprendizaje coordinando mi mano con lo que veía en la pantalla. Mi mano derecha ya parecía entender que si muevo el ratón responderá en la pantalla, pero intentarlo con la mano izquierda y el lápiz Intuos fue completamente nuevo. Empecé abriendo un archivo en blanco en Adobe Photoshop, que era inmediatamente compatible con la Wacom Intuos, y me dediqué a dibujar garabatos tontos y a escribir palabras hasta que empecé a cogerle el truco. Una vez que encajó, lo sentí como una segunda naturaleza, ¡como si estuviera dibujando sobre el papel! El hecho de sostener un lápiz en lugar de un ratón significaba que no necesitaba utilizar los dedos para desplazarme o hacer clic. Esto hizo que toda la experiencia fuera mucho más cómoda para mí, dada mi discapacidad. Llegó el momento de probar la pen tablet dibujando algo que nunca podría hacer con un ratón: ¡mi perro!