James Joyce creó Zephyer para ayudar a proporcionar a los artistas un proceso creativo saludable que nutra su crecimiento y su viaje artístico. Su objetivo es crear un nuevo marco educativo diseñado para ayudar a los artistas a descubrir las mejores formas de aprender a dibujar. James utiliza herramientas tradicionales junto con su Wacom Cintiq 16 y su Wacom Intuos Pro para mejorar y crear sus diseños. Síguelo en YouTube, Instagram o Tik Tok.
En este vídeo y post invitado, Joyce comparte su punto de vista sobre un problema común al que se enfrentan muchos artistas: entusiasmarse mucho con un nuevo proyecto, y luego abandonarlo para empezar a trabajar en otro proyecto que les entusiasma de verdad. Si esto ocurre con demasiada frecuencia, un artista puede tener una enorme carpeta de "obras en curso", y casi nada terminado.
Mira el vídeo a continuación, o sigue leyendo, para conocer la perspectiva de Joyce sobre por qué ocurre esto, y sus consejos para superarlo.
Hoy vamos a hablar de la verdadera razón por la que no eres mejor en arte, y no tiene nada que ver con cuánto te aplicas. Trata de cómo nunca terminas nada porque siempre estás entusiasmado con la siguiente cosa que quieres hacer. Yo tenía el mismo problema, pero encontré algunas herramientas increíbles que me ayudaron. Ahora puedo terminar mis proyectos y obras de arte, y mejorar mi arte. Tú también puedes.
Antojos
El aroma de unas galletas de chocolate recién hechas, o la emoción de un nuevo mundo ciberpunk, pueden desencadenar un antojo difícil de resistir. Los artistas también sienten esa oleada de excitación cuando les llega la inspiración, que les impulsa a crear. Pero, ¿qué ocurre cuando ese entusiasmo conduce a un ciclo interminable de proyectos inacabados?
Acompáñame en esta aventura mientras exploramos el viaje a través de los antojos, el impacto en los esfuerzos creativos y cómo liberarse del ciclo de los bocetos perpetuos.
Un cuento tentador
¿Recuerdas la expectación por Cyberpunk 2077? Me apunté a todo, planeando un gran evento de lanzamiento. Pero en medio de la excitación, el lanzamiento defectuoso del juego fue una llamada de atención. Me hizo darme cuenta de cómo los antojos pueden llevarnos por mal camino, haciendo que nos desviemos de lo que pretendíamos.
Del mismo modo, mi ambicioso proyecto artístico en torno al manga Bleach se resintió de mi ansia de la siguiente gran idea. Esbocé un extenso libro de arte de 50 páginas, sólo para toparme con un obstáculo cuando se desvaneció el entusiasmo inicial.
Comprender el papel de la mente
Nuestro cerebro, diseñado para manejar estímulos, también puede engañarnos para que persigamos el siguiente subidón. Al igual que ansiamos un nuevo juego mientras jugamos a otro, nuestro cerebro nos aleja de completar los proyectos en curso. Es como un bucle sin fin de promesas incumplidas a nosotros mismos.
Este comportamiento me convirtió en un dibujante perpetuo, alguien que nunca termina nada, ni siquiera la oportunidad de mejorar. Si te sientes identificada, debes saber que no estás sola en esta lucha.
El camino hacia la resolución de las coordenadas
Para romper este ciclo, recurramos a un método de autotratamiento de cuatro pasos utilizado para el TOC. Empieza por reetiquetar: identificar la necesidad como un impulso y no como una necesidad. Luego, reatribuir el impulso a los mecanismos del cerebro, no a un defecto personal. Vuelve a centrarte dando tiempo a que se calme el antojo, y revaloriza el impacto de sucumbir al impulso.
Por último, recrea tus elecciones. En lugar de ceder a cada nueva idea o antojo, elige lo que realmente se alinea con tus valores y aspiraciones. Se trata de terminar lo que empiezas, un proyecto cada vez, y de celebrar esas victorias.
Adoptar un proceso creativo más saludable
Con este nuevo enfoque, he vuelto a comprometerme con mi proyecto Bleach. Cada paso adelante es un paso que te aleja del bucle perpetuo y te acerca a la culminación. Apoyémonos mutuamente en los comentarios, fomentando una comunidad que anime a superar los problemas de control de los impulsos y a abrazar el viaje del crecimiento artístico.
Recuerda que nuestros antojos no nos definen, sino nuestras elecciones. ¡Por un viaje creativo feliz y saludable!